Ayer Aaron y yo estábamos hablando de estos maravillosos estuches para lápices, compartimentos secretos, sacapuntas incluido, termómetro (sin razón alguna) lupa, etc. Como el coche que diseña Homero Simpson.
Él en su infancia en Japón y yo con la mía en Pachuca (jeje) teníamos este tipo de estuches que olían a un plástico dulce y químico que forraban las puertas con cerrado magnético que aun recuerdo me encantaba como hacia "click" para cerrarse. Lo mejor eran esos botones que hacían que todo tipo de cosas se abrieran y saltaran. El primero que tuve me acuerdo que fue por ahí del 87 me lo compro mi mamá en "la barata" (es un mercado de importaciones de US, Taiwán, India, China, etc., no muchas cosas llegaban a Pachuca más que por el comercio informal).
"Es de Candy Candy" me afirmó mi mamá y yo a que aun no la cuestionaba, le creí. Fue súper padre llevarlo a clases y dejar boquiabiertas a las otras niñas.
Tras haberlo llevado meses después se hicieron tradición entre las niñas de mi colegio. Eran tan cotizados que cuando me eche ese primer estuche, mi mamá no nos pudo encontrar uno para chicas y nos compro unos de la NASA. Lo cual a mi hermana y a mí no nos disgusto para nada, sino que era mucho más chido! (en aquel entonces nos gustaba mucho leer las enciclopedias de Snoopy y de Life).
Otra cosa que me di cuenta era de una fascinación por las gomas (borradores) recuerdo ir a Plaza El Dorado en una esquina había un local grande con vitrinas de cristal llenas de gomas súper lindas y de distintos olores. Ahí cuando podía me gastaba el dinero de los domingos, sino era antes en mis recorridos por mi colonia a todas las papelerías “buscando laminas para la tarea” comprando gomas y chucherías lindas e inservibles.
Uno de mis recuerdos más padres es un verano como de 1990. En la casa de una de mis tantas maestras de inglés, poco antes del huracán Diana. Nos subió al cuarto de su hija a enseñarnos su colección de gomitas. Su hija adolescente recuerdo que se acababa de salir con un chico, iba en mi secundaria y usaba mucho maquillaje. Tenía dos frascos grandes llenos de gomitas y una cama llena de peluches que le habían regalado chicos. (Mis papás no fueron tan relajados en cuestión de novios en secundaria, y ni en prepa, claro está que mi hermana y yo crecimos en colegio católico para niñas). Total abrimos los frascos y nos zambullimos en gomas. Recuerdo que alguien rompió una y la maestra la compuso con cola loca. Pusimos todo en su lugar como si nada hubiera pasado.
Flomo es una de las marcas que recuerdo más de las susodichas gomas y estuches. Daisy era una chica relativamente nueva en el colegio. Un día en la salida estaba hecha un manto de lágrimas en los baños de sexto porque una tal Jacqueline le hizo una jalada. (Jacqueline era una chica de ojos verdes, rubia, linda y súper flaquita, pero era bien rata y un día se hizo pipi en el salón ya bastante crecidita). Daisy lloro tanto ese día que me dio cosita y la invite a jugar conmigo. De ahí se convirtió en mi amiga. Recuerdo ella medio una cajita de gomas Flomo de las cuales ya tenía colección. Nuestra amistad no llego ni a la mitad de la secundaria, pero recuerdo eran días muy padres y súper ñoños, me la pasaba bien.
Imagenes de este Flickr y este otro aca
Cheque en Ebay y hay ciertas gomitas que ahora valen hasta $30 dlls... que cosas
No saben cuanto cuestas y dónde la puedo adquirir en puebla ?
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